MicroCHIPS, una firma creada por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha anunciado hoy el éxito de un ensayo clínico con un chip implantado que permite dispensar fármacos contra la osteoporosis. El ensayo se ha realizado con un grupo de siete mujeres con edades entre los 65 y los 70 años que han llevado implantado el chip durante un mes.
El dispositivo, del tamaño de un marcapasos, es programable de forma inalámbrica y puede activarse desde un ordenador o un teléfono móvil, señala Robert Farra, presidente de MicroCHIPS y director del estudio que se publica hoy en la edición online del diario Science Translational Medicine.
Según ha explicado Robert Farra a SINC, “los datos del estudio confirman la viabilidad del chip para usarlo como dispensador de fármacos contra la osteoporosis. Con ello, se elimina la necesidad de inyecciones frecuentes que requieren la mayoría de las enfermedades crónicas”. Su equipo está ya estudiando la viabilidad de este dispositivo en el tratamiento de otras enfermedades.
“El primer objetivo de MicroCHIPS fue el tratamiento de la osteoporosis pero a medida que realizábamos el desarrollo comercial del chip implantado para suministrar 365 dosis o más, vimos claramente que podíamos abrir las aplicaciones para otras enfermedades como esclerosis múltiple, cáncer y dolor crónico. Ahora estamos en conversaciones con socios farmacéuticos para explorar estas oportunidades”, señala Farra.
En el ensayo, el grupo de mujeres con osteoporosis recibieron dosis diarias del fármaco Teriparatide a través del microchip que llevaban implantado en una zona debajo de la cintura. “El uso del chip para dispensar el medicamento demostró la mismas medidas de eficacia terapéutica, de seguridad y de niveles en sangre que el observado con múltiples inyecciones subcutáneas de este fármaco, usado para tratar osteoporosis en mujeres con post menopausia, de hecho observamos que se producen menos variaciones”, explica Farra.
Más de un año de tratamiento
El ensayo ha demostrado que el chip es biocompatible y que no tiene respuesta inmune adversa. Asimismo, se ha comprobado que es capaz de dispensar el fármaco en los intervalos programados. La administración del medicamento y la evaluación de las pacientes se llevaron a cabo durante un periodo de un mes, y, según Farra, hay suficientes datos para garantizar que la duración del chip será de un año o más.
El chip fue implantado usando anestesia local. “Todas las pacientes toleraron bien el dispositivo e indicaron que repetirían el proceso de implante y que ni siquiera notaban que lo llevaban. Las intervenciones duraron menos de media hora, tras lo cual pudieron volver a casa sin necesidad de hospitalización”, indican los responsables del proyecto.
Para comprobar la eficacia y la disminución de riesgo de fractura de huesos, el estudio midió marcadores biológicos de formación de huesos (P1NP) y resorción de hueso (CTX). En el estudio se comprobó asimismo que los cambios en el calcio sérico P1NP y CTX resultantes de la terapia con el chip implantado eran similares en calidad y cantidad a la terapia con inyecciones diarias subcutáneas con Teriparatide.
Según se señala en el estudio, el diseño de una nueva generación de de chips implantados para el suministro de fármacos que pueden ser programados por control remoto, conlleva múltiples beneficios para los pacientes. Además, este tipo de dispositivos permite a los médicos llevar a cabo el seguimiento en tiempo real de las dosis y realizar ajustes cuando sea necesario.
MicroCHIPS está desarrollando en la actualidad nuevos diseños de sus chips implantables para incluir hasta 400 dosis por dispositivo que permita ser usado en una terapia de más de un año, también están trabajando con regímenes que requieran de dosis menos frecuentes a lo largo del tiempo. La firma tiene previsto pedir la aprobación del chip en 2014.