- Realizar ejercicios aeróbicos como correr, ciclismo o natación ayudan a que el organismo se relaje y se olviden las preocupaciones.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco, elementos que alteran el funcionamiento normal del cuerpo.
- Dormir lo suficiente y comer alimentos nutritivos.
- Compartir los problemas con familiares o amigos.
- Evitar las situaciones estresantes y enfrentar los problemas con tranquilidad, en la medida de lo posible.
- No preocuparse de más, ni pensar que los acontecimientos futuros serán desfavorables.
- Es conveniente dedicar parte del tiempo libre a realizar alguna actividad que resulte agradable, gratificante y satisfactoria.
- Cuando las mujeres llegan a la menopausia (fecha de la última menstruación) ocurren cambios físicos y mentales en su organismo provocados por la disminución de estrógenos (hormona femenina). Es común que en este periodo haya tensión nerviosa, depresión y tristeza, entre otros síntomas. Las personas afectadas deben informarse sobre las molestias características de esta etapa.
Es muy importante aprender a cambiar la actitud ante la vida y desarrollarnos plenamente como personas independientes; a continuación algunos ejemplos:
- Confía en tus propias capacidades, en forma positiva y realista, sin creerte el mejor, pero aspirando a serlo.
- No necesitas la aprobación constante en los demás; no puedes gustar a todos.
- Ten valor para mostrar tus sentimientos y creencias, porque forman parte de ti. Se valiente para llevar a cabo tus propias ideas y proyectos, y defiende tus principios siendo consecuente con ellos.
- Cualquiera tiene derecho a equivocarse y fracasar, y no por ello el valor como persona es menor; no te evalúes por una actuación, y vuelve a intentarlo; además, considera que el éxito o el fracaso no siempre dependen de uno mismo.
- No te valores por los resultados de tus acciones, conviene evaluar las cosas por lo que hemos hecho, por nuestro esfuerzo. Muchas personas no fueron valoradas en su tiempo, y no por ello dejaron de creer en si mismas.
- Realiza cosas que te diviertan, siempre y cuando no importe el resultado; cantar o dibujar en una situación difícil son ejemplos de ello, ya que pueden ayudarte a acabar con la ansiedad.
- Evalúa y valora dejando a un lado tus sentimientos. Ante un momento complicado, pregúntate qué le dirías a tu mejor amigo o amiga, lo cual ayuda a ver las cosas desde un punto alejado, y así evitarás obtener conclusiones poco realistas.
- Evita las profecías, es decir, no te anticipes a lo que va a suceder con algo que hayas realizado, pues este tipo de juicios generalmente son erróneos por no contar con todos los elementos para la evaluación.
- El miedo es mal compañero, porque nos lleva precisamente a las cosas que debemos evitar. Algunas personas temen tanto perder a su pareja que lo consiguen al abrumarla demasiado.
- Desarrolla tu sentido del humor y no le des importancia a cosas que no la tienen. No todo el mundo está pendiente de nosotros y, la mayoría de las veces, aquello que nos parece importante no lo es para los demás.
- No huyas de las responsabilidades y acéptelas como un reto. Nadie está libre de equivocarse, y piensa que si se cierra una puerta, se abrirá otra.
- Premia tus logros. Planifica pequeños objetivos y hazte un regalo por haberlos conseguido, lo cual te enseñará a valorar tus triunfos y a alégrate de ellos.
- Ser nuestros peores jueces no es benéfico, pues genera insatisfacción permanente; en vez de ello, procuremos ser objetivos al emitir opiniones sobre nosotros mismos.
Lo más importante es comenzar a actuar. Pon en práctica estas recomendaciones, te darás cuenta que te ayudarán a ganar en la sensación de control, te sentirás mejor de forma general y podrás alejar la ansiedad y la angustia de tu vida.