Cuando llega a la menopausia la mujer se produce una bajada de estrógenos y una redistribución de la grasa acumulada, se puede llegar a ganar en promedio de 2 a 4 kilogramos de peso, por esto es mejor adaptar buenos hábitos de vida y tener control de peso para evitar riesgos de salud.
El jefe de Endocrinología del Hospital Universitario Quirón de Madrid, Esteban Jódar, quien apunta que no es la menopausia la causa directa que provoca una ganancia de peso, sino que es más achacable a sus consecuencias: alteraciones del sueño, sofocos, ansiedad, depresión que pueden llevar a comer más. Explica además que las hormonas femeninas o estrógenos influyen en la distribución de la grasa. Durante la época fértil se deposita en caderas y mamas y cuando cesa la actividad ovárica se concentra en el abdomen.
Más categórico se muestra el presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, el ginecólogo Francisco Sánchez Borrego: “La menopausia no engorda, eso es un tabú”.
Este médico explica que, incluso, “se puede producir una discreta pérdida de peso porque disminuye el volumen de masa muscular de muslos y glúteos, pero se gana masa adiposa que se deposita en el cinturón abdominal”.
Para Sánchez Borrego, “se gana peso si se come más y peor, pero igual puede ocurrir en el periodo premenstrual cuando se puede sentir la necesidad de comer productos con más valor energético”.
“Pero no se debe a que durante la menopausia a todas las mujeres les aumente el nivel de ansiedad y eso derive en comer más, este es otro falso mito”.
La nutricionista del Instituto de Obesidad de Madrid, Marta Ruíz, explica que los cambios hormonales en la menopausia provocan una retención de líquidos, una ralentización del metabolismo y se almacena más grasa sobre todo en el abdomen.
Además, la especialista considera que la mujer puede experimentar un aumento de la ansiedad, especialmente por las tardes y noches, que conduce a comer más, sobre todo productos dulces.
Respecto a la retención de líquidos, el endocrino Esteban Jódar explica que las hormonas, tanto estrógenos como gestágenos, “modulan en cierta manera” las reservas de agua en nuestro organismo. De ahí, la hinchazón que puede sufrir la mujer en determinados momentos del ciclo.
En cuanto al metabolismo, el especialista explica que no existe una relación directa entre los estrógenos y este conjunto de procesos que conllevan un consumo energético tanto por procesos automáticos, como por la alimentación, la actividad física cotidiana o el ejercicio físico que podamos hacer.
“En general el peso va aumentando en hombres y mujeres hasta los 60/65 años y a partir de ahí empieza a decrecer”, apunta Esteban Jódar, quien resalta que “las poblaciones son cada vez más obesas”.
Lo primero es la salud
Controlar el peso no es sólo una cuestión estética, también es importante para el bienestar personal y para la autoestima. Pero, sobre todo, es fundamental para la salud. La grasa abdominal puede conllevar riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer, en especial de mama y colon.
El ginecólogo Sánchez Borrego recomienda a la mujer mejorar sus hábitos de vida antes de la llegada de la menopausia. Es el momento de dejar de fumar, alimentarse con una dieta equilibrada como la mediterránea, enriquecer con calcio para prevenir la osteoporosis; hacer ejercicio regular y tomar el sol moderadamente y con protección, una buena fuente de vitamina D.
Por su parte, el endocrino siempre le dice a su paciente: “procura volverte más egoísta y dedícate más tiempo, come de forma saludable y haz ejercicio regular.
Perder los kilos de más
Ese ejercicio continuo será el mejor aliado para bajar de peso. El doctor Esteban Jódar asegura que “se pueden contrarrestar perfectamente” esos dos o cuatro kilos que se ganan cuando llega el climaterio, “lo que es más complejo es cambiarlos de sitio”. Aconseja una dieta equilibrada de unas 1,500 calorías para una mujer de tamaño medio y de unas 2,000 para una mujer más alta y fuerte.
La nutricionista Marta Ruíz considera muy efectivo caminar entre 60 y 90 minutos al día, un ejercicio que genera endorfinas que disuaden a la hora de caer en la tentación de picar dulces.
Pero también hay un aminoácido que rebaja la sensación de ansiedad y permite dormir mejor, el triptófano. “Se encuentra sobre todo en carnes rojas, pescados y frutos secos pero también lo hay en suplementos”. Las vitaminas del complejo B, apunta la dietista, ayudan asimismo a equilibrar el estado anímico.
La nutricionista del Instituto de Obesidad de Madrid ha elaborado una dieta de 1.500 calorías encaminada a reducir el sobrepeso de la mujer en la etapa de la menopausia.