Es llamado perimenopausia o premenopausia al periodo previo a la menopausia, en realidad es cuando inicia la etapa del climaterio de la mujer, cuado empieza a disminuir la reserva ovárica, y disminuye la producción de hormonas. La edad promedio en que se presenta es de los 40 a los 48 años.
El organismo de la mujer presenta cambios, aunque solo algunos son perceptibles. Los ciclos menstruales comienzan a ser irregulares, disminuye la fertilidad, los ciclos menstruales se acortan y la testosterona también disminuye.
Es importante mencionar que mientras no se llegue a la menopausia, tomando en cuenta que tienen que transcurrir 12 meses sin menstruación en su totalidad para que se confirme la llegada a ella, el cuerpo de la mujer sigue ovulando y aunque sea de forma esporádica, la posibilidad de embarazo existe.
Los síntomas de la perimenopausia o premenopausia son: Los sofocos y muchas veces asociado a ello, los problemas de sueño, La sequedad vaginal es otro de los síntomas que puede traer como consecuencia la reducción del apetito sexual, reducción del moco vaginal y dolor y malestar durante las relaciones sexuales, afecciones urinarias, escapes de orina al toser o estornudar, necesidad de orinar de forma frecuente y cambios en el estado de animo.
La mejor solución para disminuir los síntomas es buscar ayuda profesional, el médico especialista de acuerdo al perfil de cada mujer le proveerá el mejor tratamiento hormonal para poder aliviar los síntomas.
¿Qué es la premenopausia o perimenopausia?
La premenopausia o perimenopausia se refiere al período de transición que ocurre antes de la menopausia. Comienza generalmente varios años antes de que una mujer entre en la etapa de la menopausia y se caracteriza por cambios hormonales y síntomas que pueden ser similares a los experimentados durante la menopausia.
Durante la premenopausia, los ovarios comienzan a disminuir la producción de hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona. Esto puede dar lugar a irregularidades en el ciclo menstrual, en el que los períodos pueden volverse más cortos, más largos o más abundantes. También es posible que se experimenten síntomas como sofocos, sudores nocturnos, cambios de humor, dificultades para dormir y sequedad vaginal.
La duración de la premenopausia varía de una mujer a otra y puede durar varios años. Es importante tener en cuenta que durante este período, aún existe la posibilidad de embarazo, aunque la fertilidad disminuye gradualmente.
La menopausia se considera oficialmente cuando una mujer ha pasado 12 meses consecutivos sin menstruación. Después de alcanzar la menopausia, una mujer entra en la etapa posmenopáusica, en la cual los síntomas de la premenopausia suelen disminuir, pero pueden persistir algunos problemas de salud asociados con la falta de hormonas sexuales.
Cuidados que se deben tener en esta etapa
Es importante cuidar la salud y bienestar en general. Aquí hay algunos cuidados que se pueden considerar en esta etapa:
Mantén una alimentación saludable: Una dieta equilibrada y nutritiva es fundamental para mantener la salud en general. Opta por alimentos ricos en calcio, como lácteos, pescado, legumbres y vegetales de hoja verde, para cuidar la salud ósea. También es recomendable una ingesta adecuada de vitamina D, presente en alimentos como pescados grasos y yema de huevo, o a través de la exposición solar moderada. Además, una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros puede ayudar a controlar el peso, mantener niveles de energía estables y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Realiza ejercicio regularmente: La actividad física regular es esencial para mantener un peso saludable, fortalecer los huesos, mejorar el estado de ánimo y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Se recomienda hacer al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso a la semana, junto con actividades de fortalecimiento muscular.
Cuida la salud ósea: Durante la menopausia, el riesgo de osteoporosis aumenta debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Es importante consumir suficiente calcio y vitamina D, así como realizar actividades de carga de peso o ejercicios de resistencia para mantener la salud ósea. Además, es recomendable consultar a un médico para evaluar la densidad ósea y considerar la necesidad de suplementos o medicamentos para la osteoporosis.
Mantén una buena higiene ocular: Como mencioné anteriormente, la sequedad ocular es un síntoma común durante la menopausia. Para aliviar los síntomas de ojos secos, se pueden utilizar lágrimas artificiales o geles lubricantes recomendados por un oftalmólogo. Además, evita la exposición prolongada a pantallas digitales y el ambiente seco, y considera el uso de humidificadores para mantener un nivel adecuado de humedad en el entorno.
Controla el estrés y cuida la salud mental: La menopausia puede venir acompañada de cambios emocionales y fluctuaciones en el estado de ánimo. Es importante cuidar la salud mental y buscar formas de manejar el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditación, hacer actividades placenteras y mantener una red de apoyo social.
Realiza revisiones médicas regulares: Programa visitas regulares con tu médico para realizar exámenes de salud y detectar cualquier cambio o problema de manera temprana. Estas revisiones pueden incluir exámenes de mama, chequeos ginecológicos, control de la presión arterial, niveles de colesterol y otras pruebas relevantes según tus antecedentes y factores de riesgo.
Recuerda que cada mujer puede tener necesidades y experiencias diferentes durante la premenopausia, perimenopausia y menopausia. Es importante buscar atención médica adecuada y personalizada para abordar tus preocupaciones y necesidades individuales.
Recomendaciones de alimentación
Durante la etapa de la premenopausia, perimenopausia y menopausia, una alimentación saludable puede desempeñar un papel importante en el manejo de los síntomas y en la promoción de la salud en general. Aquí tienes algunas recomendaciones de alimentación para esta etapa:
Consumo adecuado de calcio: Durante la menopausia, se produce una disminución en la densidad ósea debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Es importante asegurarse de consumir suficiente calcio para mantener huesos fuertes y prevenir la osteoporosis. Alimentos ricos en calcio incluyen productos lácteos bajos en grasa (leche, yogur, queso), pescados como el salmón y las sardinas enlatadas con huesos comestibles, tofu, almendras y vegetales de hoja verde como la espinaca y el brócoli.
Ingesta adecuada de vitamina D: La vitamina D es esencial para la absorción adecuada de calcio y el mantenimiento de la salud ósea. Puedes obtener vitamina D a través de la exposición solar moderada, pero también se encuentra en alimentos como pescados grasos (salmón, caballa), yema de huevo y alimentos fortificados, como los lácteos y algunos cereales.
Fibra y granos enteros: Una dieta rica en fibra puede ayudar a regular el sistema digestivo y mantener un peso saludable. Opta por granos enteros como el arroz integral, la quinoa, el trigo sarraceno y la avena, que proporcionan fibra y nutrientes adicionales. También incluye una variedad de frutas, verduras y legumbres en tu dieta diaria.
Ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Puedes encontrar omega-3 en alimentos como pescados grasos (salmón, atún, sardinas), nueces, semillas de chía y semillas de lino.
Reducción de alimentos procesados y azúcares añadidos: Limita el consumo de alimentos altos en azúcares añadidos, como refrescos, dulces y postres. También trata de reducir la ingesta de alimentos procesados y ricos en grasas saturadas y grasas trans, como alimentos fritos, alimentos rápidos y bocadillos procesados. En su lugar, opta por alimentos frescos y preparaciones caseras.
Hidratación adecuada: Mantén una hidratación adecuada bebiendo suficiente agua durante todo el día. La hidratación adecuada es esencial para mantener una buena salud en general y también puede ayudar a aliviar los síntomas de la sequedad vaginal y ocular.
Recuerda que cada persona es única, y es importante adaptar las recomendaciones de alimentación a tus necesidades individuales y tener en cuenta posibles restricciones dietéticas o condiciones de salud específicas.