Reciente investigaciones nos muestran posibilidades terapéuticas y nuevos fármacos para eliminar o reducir la obesidad y el incremento de peso característico en la menopausia, el grupo de investigación de Neurobesidad que dirige el profesor Miguel López ha descubierto el mecanismo por el que el estradiol (hormona sexual femenina) actúa sobre el hipotálamo para incrementar la capacidad del tejido adiposo pardo para “quemar grasa”.
El grupo del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la USC (CIMUS), adscrito al IDIS y al CIBERobn, ha realizado estos hallazgos en colaboración con investigadores de la Universidad de Córdoba y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), dirigidos por el profesor Manuel Tena-Sempere, y de las universidades de Ámsterdam y de Iowa.
Según ensayos realizados por el profesor Miguel López explica que la administración de dosis mínimas de estradiol directamente en el hipotálamo “fue suficiente para incrementar de modo muy potente la temperatura corporal de los animales y reducir su masa corporal, como resultado de una estimulación de la producción de calor por el tejido adiposo pardo”. Al contrario, la deficiencia de estradiol, una situación similar a la que se produce en la menopausia en mujeres, disminuye la activación del tejido adiposo pardo, lo que conlleva a un acumulo de grasa y al característico incremento de peso.
La publicación de mayor impacto en todo el mundo en el campo de la Endocrinología y Metabolismo, la revista Cell Metabolism. El equipo de Miguel López demuestra que la acción del estradiol sobre poblaciones neuronales del hipotálamo regula el enzima AMPK y, como consecuencia de este efecto, produce una activación del tejido adiposo pardo, que incrementa su capacidad para “quemar grasa”, estimulando el gasto calórico y la disminución de la masa corporal. Una de las particularidades de este tejido es que no almacena lípidos (al contrario que la grasa blanca), sino que los “quema” para obtener energía, que a su vez se disipa en forma de calor. En resumen, la activación del tejido adiposo pardo por el estradiol ayudaría a quemar más calorías y producir calor corporal a partir de las grasas.
Estos datos explican el interés que este tejido despierta como posible diana terapéutica en el tratamiento de la obesidad. No obstante, como señala Miguel López, “los mecanismos moleculares que regulan su funcionamiento en el cerebro no son del todo conocidos por lo que es determinante comprenderlos”. En cualquier caso, el mecanismo descrito por los investigadores del CIMUS, comparte similitudes con los mecanismos de acción de otras hormonas, como las hormonas tiroideas y el BMP8B, descritos también por el grupo compostelano, e incluso la nicotina, indicando que “se trata de un mecanismo básico de regulación de la masa corporal, lo cual es muy atractivo desde el punto de vista terapéutico”.